Friday, January 27, 2006

CUENTO DERVICHE


Vivía en Bagdad un comerciante llamado Zaguir. Hombre culto y juicioso, tenía un joven sirviente, Ahmed, a quien apreciaba mucho.
Un día, mientras Ahmed paseaba por el mercado de tenderete en tenderete, se encontró con la Muerte que le miraba con una mueca extraña. Asustado, echó a correr y no se detuvo hasta llegar a casa. Una vez allí le contó a su señor lo ocurrido y le pidió un caballo diciendo que se iría a Samarra, donde tenia unos parientes, para de ese modo escapar de la Muerte.
Zaguir no tuvo inconveniente en prestarle el caballo más veloz de su cuadra y se despidió diciéndole que si forzaba un poco la montura podría llegar a Samarra esa misma noche.
Cuando Ahmed se hubo marchado, Zaguir se dirigió al mercado y al poco rato encontró a la muerte paseando por los bazares.
"¿Por qué has asustado a mi sirviente? -preguntó a la Muerte-. Tarde o temprano te lo vas a llevar, déjalo tranquilo mientras tanto". "No era mi intención asustarlo -se excusó ella-, pero no pude ocultar la sorpresa que me causó verlo aquí, pues esta noche tengo una cita con él en Samarra"

Friday, January 20, 2006

!QUÉ NIÑA!



Wednesday, January 18, 2006

UNA DE MUCHAS...

SIN LLAVES
La vida que espero y esperaré
a la sombra en el oasis que me inventé.
Como el sabio en las cumbres del saber,
soy alga en el mar de la calma;
soy tabla de mi propia salvación.
Me quiero y me protejo de mi misma voz.
Llévame, con mi corazón yo suelo hablar,
donde reine un tibio sol
a la luz de una espiga donde calentar
mis pies descalzos,
o quizá donde andar.
Quien duda no espera
remanso en el agua fiera.
Qué pienso, si siento,
anhelos del sentimiento.
Mi risa, mi tiempo,
que crezcan ansiosos por enamorar.
Llévame, con mi corazón yo suelo ir,
al lugar donde nací
a buscar caracolas al fondo del mar
que inunden mi paladar.
Despliego mis velas que hay que partir,
ahora canta el jilgero junto al rosal.
El alma remonta, quiere volar,
hoy es un gavilán en celo.
Candiles de aceite habrá que encender,
pintores holandeses mis manos mancharán.
En este altar antiguo que levanté
a lo alto de mis horas quiero subir,
como polen nuevo me quiero esparcir
en total abandono.
Candiles de aceite habrá que encender
sin llaves, a las puertas del instante estoy.

EL ÚLTIMO DE LA FILA

Tuesday, January 17, 2006

Su amor no era sencillo


Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.

Mario Benedetti, Despistes y franquezas

Monday, January 16, 2006

Sunday, January 15, 2006

El agua

¿Sabe qué me pasó en esta fuente hace setenta años? Entonces esto era un pueblo, no estaba en medio de la carretera.Aquí había casas, estaban hechas una ruina porque éste era el frente. Vinimos con el pelotón, a coger agua. Está buena, ¿verdad? Yo también paro siempre aquí. Bebimos, nos lavamos, cogimos para llevar.

Como usted ahora, y nos fuimos para el monte, y aquí, aquí había una casa, torcimos y nos encontramos de frente con un pelotón de los otros. Nos quedamos de piedra, ellos con una cara de sed…, aquí, de frente y desfilando en sentido contrario. ¿Y qué hicimos? Pues nos quedamos mirándonos así, pasmados, como le estoy mirando a usted ahora, los unos a los otros, ninguno abrió la boca para decir nada.

Qué se nos pasó por la mente para que no nos matásemos allí mismo no lo sé. Seguimos caminando sin dejar de mirarnos y a ninguno se le ocurrió descolgarse la escopeta y liarse a tiros. ¿Por qué? Yo creo que fue el agua, el oírla, el verla correr, lo fresca que sale del caño, el agua. ¿A que es buena?

PABLO CARBONELL, 20MINUTOS 11/01/06

Friday, January 13, 2006

estrenando el año

El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño

El tiempo va sobre el sueño
Hundido hasta los cabellos
Ayer y mañana comen
Oscuras flores de duelo

Sobre la columna
Abrazados sueño y tiempo
Cruza el gemido del niño
La lengua rota del viejo

Y si el sueño finge muros
En la llanura del tiempo
El tiempo le hace creer
Que nace en aquel momento

Federico García Lorca.